30 marzo 2013

E.R.D.L. -Locos y demás- Parte 1

Bueno señores, tiempo hace ya que no publico nada... ciertamente, y no es porque esté  en ninguna isla tropical...no, la realidad es mucho peor... yo," queridos " amigos,¡Comencé a trabajar!... y lo peor del  trabajo en el que comencé (ya he pasado por dos o tres) es la gran cantidad de locos con las que me encontraba. Solo en la primera semana,  dos locos coincidían en que yo tenia que morir. Se que puedo caer a veces mal a algunas personas, pero de ahí a la muerte, no se, creo que es demasiado.


Además no tenia pensamiento  de una muerte normal, esta "chica" ( que recientemente ha sido detenida por la policía a causa de un escándalo publico y una pelea) afirmaba que tenia que morir crucificado.


 ¿Excesivo?¿Románico?¿Pasado de moda?... lo dejo abierto a opiniones. Pero yo no le encuentro aún el por qué.



Al menos me queda que el otro loco aunque dijo que me iban a asesinar (coincidiendo con la "chica" loca), afirmo rotundamente que yo tenia "swin" y "compás"... signifique lo que signifique.


Luego están esos locos que mientras miran a un horizonte inexistente sonríen y bailan al ritmo de una música que en ese momento quitaba. Estos suelen ser muy exigentes pidiendo una carta de vinos para luego pedirte una coca cola... Incluso si tienes su vino preferido. 

Por supuesto que me encontré, además, con muchos borrachos... y aunque sus andanzas eran ciertamente desconcertantes, sería una imprudencia meterlos en el saco de los locos.


En mi actual trabajo, también se me presentan casos de gente con un nivel de desequilibrio mental a la altura de mi primo, todo sea dicho. 

Un caso interesante es el de un hombre que va de puesto en puesto (trabajo en una plaza de abastecimiento) pidiendo unos filetitos de carne que sobren, hay que aclarar que en mi puesto no se vende carne, es mas, ese hombre lo vi pedir carne a la limpiadora.... cosa curiosa.

No menos curiosa la señora de avanzada edad que  iba y venia haciendo equilibrios con dos bastones, cada uno en una mano, uno de ellos sosteniéndolo con la punta de su dedo índice, mientras el otro le servía para mantener su propio equilibrio cuando se ponía a la pata coja.

Y por qué no hablar para finalizar, por ahora... de El Druida. Este personaje aparece dos sábados al mes, vestido con una túnica con capucha color gris oscuro, lleva en su mano, de uñas sorprendentemente largas, un colgante el cual acaricia y manipula mientras anda haciendo siempre el mismo recorrido. Barba y pelo cano, y de gran longitud, con su capucha puesta y con sandalias... Hay, quien no se creerá esta historia, pero yo le invito a que vengan un mes entero a mi trabajo y allí lo veréis, a mi personalmente no me da miedo, pero por si las moscas he echado una solicitud para el colegio andaluz Joguarts de magia y hechicería. 

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