07 octubre 2009

Diario de una braga. Dia 8

Día 8,

El combate con la polilla duro varias semanas...una lucha encarnizada (o debería decir entelizada... por eso de que las bragas no tienen carne)... pero como todos saben... SOLO PUEDE QUEDAR UNO.

Con su aleteo retrasaba mi avance hacia ella... yo, desesperada, conseguí llegar a ella con mucho esfuerzo, para entonces ya la tenia en mi poder, era evidente que ya era mía, que la destruiría y me salvaría. Me he enfrentado a muchas cosas antes que a la polilla y sabia que podía hacerlo... y me equivoque.

No era una polilla cualquiera, de eso no cabe duda, esta provenía de una antigua y honorable dinastía china de polillas guerreras.

Con un rápido movimiento del tercer pelo de la antena derecha de su cabeza, situada exactamente por encima del tórax de este insecto nocturno, con atracción hacia la luz y predilección a la tela, de las prendas que se encuentran en los armarios de personas normales, que van a trabajar cada mañana para ganarse el pan de cada día, compuesto por harina levadura y agua, para que luego abran dicho armario y se encuentren con el traje de chaqueta todo lleno de agujeritos y digan, joder que putada... ese era el traje que me regalo mi difunta madre que fue a la guerra, y cuando estaba asesinando a un enemigo a sangre fría con un cuchillo jamonero que se llevo, por que era un recuerdo de familia, que llevaba en esta desde tiempos inmemoriales, se pincho con un cable de espino y murió desangrada por una pequeña herida.....me dio en plena cabeza y caí al suelo salvándome, de momento, de mi ahora... ARCHIENEMIGA... LA POLILLA.

Pero eso no era lo peor... el perro de la familia... me... me... meo justo donde yo caí... snif, snif... pero esto ya... SE ACABO.

A DIOS PONGO POR TESTIGO... ¡¡¡NUNCA... NUNCA MAS VOLVERÉ A SUFRIR HUMILLACIONES!!! ¡¡¡NO!!! ¡¡¡NO MIENTRAS LUCHE CON TODAS MIS FUERZAS!!!

Mi viaje acaba de comenzar.

¿Las bragas tienen cara?

Braga-blanca