31 octubre 2010

Hoy en el Mundo de Fireman--> Dejar de jugar al Pádel ese y juguemos al PING-PONG!!!

Algunos ni lo recordaréis pero en mis comienzos en este nuestro blog os obligué a que jugaráis al Póker y al Backgammon, juegos de alto prestigio y clase social altruista, entre los cuales mi primo, nuestro colaborador David y yo nos incluimos por supuesto.

Entre estos y otros hobbys los cuales dedicamos nuestro tiempo libre se suma el grandioso y único juego denominado Tenis de Mesa, mas vulgarmente u onomatopéyicamente conocido como Ping-Pong.

LoKko, David, yo y un amigo jugando 
en los Juegos Olímpicos de 2008...

El Tenis de Mesa es uno de los juegos mas emocionantes de pala que se puede jugar."¡Pero si el Pádel mola mogollón!" diréis algunos. Craso error.

Bien es cierto que el número de clubes de pádel ha aumentado exponecialmente durante estos años; bien es verdad que cada vez se juega más, más cierto es que incluso mi primo, David y yo lo hayamos jugado, ¡pero este no es el caso!

Y os diré porqué:


-La alegría que recorre tu cuerpo cuando la pelota entra rozando el borde de la mesa o cuando entra golpeando la red dejando a tu adversario descolocado consiguiendo un punto que veías perdido a la vez que tu oponente se cabrea por la suerte que tienes.

-Cuando realizas un mate y éste golpea de sin piedad en el tablero de tu oponente sin ningún tipo de  opción a defenderse produciendo en ti una sensación orgásmica sin igual.

-La sensación de sentirte superior al resto de mortales cuando haces mates a diestro y siniestro acorralando a tu rival sin que pueda reaccionar y luego rematar la faena con un mate colosal.

-El orgullo que uno siente cuando te están haciendo mates de forma indiscriminada y tú te defiendes de todos los golpes como de un spárring de boxeo se tratase hasta que en uno de ellos tu adversario ya hastiado de matar falla al golpear o te la devuelve mal de tal forma que el que comienza a matar eres tú consiguiendo doblegar a tu contrincante.

-La sensación de sentirte un jugador profesional de ping pong cuando tu rival y tú os empezáis a colocar cada uno en un extremo de la mesa  a 2 metros de distancia haciendo mates sin parar hasta que la pelota reviente.

-La sensación de que tanto practicar ha valido la pena cuando haces tu mejor saque y éste te sale de tal forma que sabes que no lo va a coger o te la va a devolver envuelta en papel de regalo para rematar la jugada.

-Sentirte superior cuando tu oponente hace su mejor saque y tú se lo devuelves haciéndole un mate.

-Saber que has hecho bien las cosas en tu vida cuando realizas una jugada perfecta con tu compañero en un partido de dobles.

Y podría seguir pero no acabaría nunca (y que ya no se me ocurren más, para que engañarnos).

Por esto y mucho más debéis jugar al Ping-Pong.

Un saludo

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